La tos es la señal más frecuentemente relacionada a un problema cardiaco, sobre todo en mascotas de talla pequeña como Poodle, Pekinés, Shih – Tzu, Chihuahua, Schnauzer, entre muchas otras. La tos debe ser crónica, es decir, debe de estar presente de manera permanente por un periodo de semanas a meses. Además, este tipo de problema generalmente se acompaña de un sonido / movimiento de expectoración (como si quisiera botar algo alojado en su garganta) al final, motivo por el cual las familias de estos pacientes piensan equivocadamente que se les ha quedado algo atorado en la boca.
Los desmayos, sobre todo durante la actividad física, también son pistas que nos ayudan a considerar que el corazón puede tener problemas. Es frecuente que las mascotas cardiacas pierdan el conocimiento repentinamente, aúllen a veces y se caigan de lado si es que han estado corriendo o muy emocionadas.
Esto se debe a que un corazón enfermo no puede enviar la suficiente cantidad de sangre al cerebro y este se “apaga” como un televisor al cual se le corta el suministro de electricidad. Finalmente, y después de algunos segundos a muy pocos minutos, todo vuelve a la normalidad.
Si nuestra mascota presenta además intolerancia al ejercicio debemos llevarla al médico veterinario. El cansancio después de jugar es normal, pero si nosotros sabemos que puede jugar tranquilamente veinte minutos y a los cinco esta con la lengua afuera y muy agitada podríamos considerar algún problema que tal vez tenga que ver con el corazón ya que es este órgano el que se encarga de abastecer de sangre a todo el cuerpo y cuando falla se pueden presentar estos problemas.
En resumen, la tos, los desmayos y la intolerancia al ejercicio son pistas que nos deben hacer pensar que debemos llevar a nuestra mascota al veterinario. Él se encargará de determinar si los problemas son de origen cardiaco o pueden relacionarse a otras causas. En caso llegue a la conclusión que el corazón es el responsable probablemente derive a su paciente con un especialista en cardiología para una correcta evaluación y un tratamiento más preciso.
Juan Diego Ascencios
Especialista en Cardiología Veterinaria